viernes, 18 de septiembre de 2015

EL ORIGEN DE LA TIERRA

Hace 4.600 millones de años, una estrella cercana se transformó en supernova, explotando y enviando una onda de choque hasta la nebulosa protosolar, incrementando su momento angular.
A medida que la nebulosa fue incrementando su rotación, gravedad e inercia, se aplanó formando un disco protoplanetario. Se origina el Sol, y su gravedad hace que las partículas de polvo y el resto del dico protoplanetario comenzara a segmentarse en anillos.  
Los fragmentos grandes colisionaron entre sí, conformando otros de mayor tamaño que al final formarían los protoplanetas.
  A 150 millones de km del centro estaba situada la Tierra.   Tras ella oscilaba un planeta más pequeño, aproximadamente de la masa y tamaño de Marte. Este planeta es llamado Theia.
   Theia colisionó con la Tierra, aunque la baja velocidad relativa y el choque oblicuo no fueron suficientes para destruir nuestro planeta, pero una parte de su corteza sale despedida hacia el espacio.
Los elementos más pesados de Theia se hundieron se hundieron hacia el centro de la Tierra, mientras que el resto se mezcló y se condensó con esta.
Debido al choque de ambos planetas, la Tierra se desestabilizó, aumentó su masa y cambió el eje de giro inclinándolo hasta los 23'5º causando los estaciones.
El fragmento que salió despedido hacia el espacio, se hizo más esférico bajo la influencia de su propia gravedad y por la de la Tierra, estableciendo una órbita alrededor de ella.
Este fragmento se convirtió en lo que hoy conocemos como la Luna.


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