martes, 13 de julio de 2021

Mis recuerdos de 2020-2021 están vacíos


 Hoy estaba escuchando música, una recopilación desde principios de los 2000 hasta 2021. He ido pasando por muchas emociones, sobre todo entusiasmo y nostalgia.

Pero al llegar a 2020-2021 no podía asociar las canciones con recuerdos o emociones intensas positivas, sólo las escuchaba, unas pocas las reconocía y como mucho me venía algún recuerdo muy lejano y nada en concreto, como mucho de escucharlas en tik tok o en el autobús mientras iba a clase por la tarde y me intentaba distraer de la asfixia que me producía la mascarilla FFP2 que llevaba puesta y tenía que pensar en el camino a clase y después coger el autobús y a casa. Pero lejos de eso, no más. 

Se notan los estragos del COVID en mi joven mente de 21 años, centrada en sobrevivir, no contagiar a otros, no volverme loca o morir de hambre por la ansiedad, nada de navidades, nada de cumpleaños, nada de disfrutar y relajarse en el parque sin pensar cada dos por tres en el toque de queda a las 10, nada de viajes, a pesar de quedar poco no poder salir con mi amiga o mi novio sin preocupaciones... 

En resumidas cuentas, todo se convertiría en la nada, y la nada en un vacío de recuerdos, de buenos recuerdos, esos que hacen que se te erice la piel, y los cuales no han hecho su aparición en estos dos años. 

Sin embargo, en el fondo subyacen, aletargadas y frías, formas de posible esperanza disueltas en un mar oscuro que intenta engullir cualquier rayo de emoción positiva. 

La gente quiere disfrutar, pero no toman las medidas que hay que tomar de seguridad, y el ciclo de contagio continúa, y con ello el desarrollo de nuevas variantes para las que puede que no estemos preparados. 

Le damos más importancia al placer que al juicio, porque este nuevo mundo está centrado en el aquí y el ahora, pero no en el futuro o las consecuencias. 


Esperando para la primera dosis de la vacuna contra el COVID 19 en mi centro de salud


Echo de menos salir a la calle y quedar con mis conocidos sin miedo, celebrar algún que otro acontecimiento, respirar profundamente en cualquier ambiente. Echo de menos vivir. 

Voy a ser fuerte, porque quiero tener un futuro y estar junto a mis seres queridos, y tengo cierta esperanza de que todo vuelva a la normalidad y volver a tener buenos recuerdos y saborear los instantes. 

Si alguien más lee esto, quiero que sepa que siga adelante, que no se rinda, y que sea consciente sobre el tema.